«Pero yo debo decir que reconocí de inmediato que nosotros nunca hemos entendido el significado de estas palabras, tan comunes y sin embargo tan sagradas: Justicia, Igualdad, Libertad; que respecto a cada uno de esos principios nuestras ideas han sido completamente oscuras; y, de hecho, que esta ignorancia fue la única causa, tanto de la pobreza que nos devora, y de todas las calamidades que en algún momento han afligido a la raza humana.»
– Pierre-Joseph Proudhon, «The Idea of a Revolution»
Cómo el año pasado, me sumo al «Blog Action Day», esta vez con el tema de la pobreza.
El tema es muy relevante en estos días, ahora que una gran crisis de alimentos y recursos se ha conjugado con una crisis financiera, creando pánico, preocupación, pero sobre todo, lanzando mas personas a la pobreza o sumergiéndolas mas en ese problema.
¿Cómo puede una sociedad cada vez mas rica, cada vez mas avanzada, caer en este tipo de problemas? ¿Cómo logramos dilapidar la riqueza de nuestro mundo lo suficiente como para causar que grandes segmentos de la humanidad vivan en la pobreza?
Muy simple: robando.
«Si a mi me solicitaran la respuesta a la siguiente pregunta: «¿Qué es la esclavitud?» y yo la contestara en una palabra, «¡Es el asesinato!», mi significado sería entendido al momento. No se requeriría un argumento extendido para mostrar que el poder de quitar a un hombre sus ideas, su voluntad, su personalidad, es el poder de la vida y la muerte; y que esclavizar a un hombre es matarlo. ¿Por qué, entonces, a esta otra pregunta: «¿Qué es la propiedad?» no puedo contestar de igual manera «¡Es el robo!», sin la certeza de ser malentendido; siendo la segunda proposición no otra que una transformación de la primera?»
– Pierre-Joseph Proudhon, «What is Property? An Inquiry into the Principle of Right and of Government» (1890)
El anarquismo, forma de pensamiento a la cual yo me suscribo, no surgió de ideas políticas. Surgió por ideas económicas. Surgió gracias al trabajo científico de Pierre-Joseph Proudhon, un francés que hace 150 años se dio cuenta que es necesario cambiar la forma de distribuir la riqueza para garantizar la supervivencia de la humanidad.
«Yo no construyo un sistema. Yo pido la finalización del privilegio, la abolición de la esclavitud, la igualdad de derechos, y el reinado de las leyes. Justicia, nada mas; esa es la alfa y la omega de de mi argumento: a otros yo dejo el negocio de gobernar al mundo»
– Pierre-Joseph Proudhon, «The Idea of a Revolution»
Su argumento, básicamente, es que la única forma de una persona para salir de la pobreza es a través de su trabajo. No es una obligación, ya que si alguien quiere vivir «pobre» debe tener el derecho de hacerlo, como románticamente se dibujaba en «Fantomas» la vida de los «vagrants» parisinos. Sin embargo, es necesario garantizar que si alguien quiere trabajar, y a través de los frutos de su trabajo salir de la pobreza, tenga acceso a los recursos necesarios para hacerlo. Es decir, tenga acceso a la tierra (¿Recuerdan «¡La tierra es de quien la trabaja!», de Emiliano Zapata? El no hablaba de que les dieran pensión o fondo para el retiro, sino que les dieran el medio para que por si mismo los campesinos pudieran salir de pobres), a las fabricas o a cualquier otro recurso que se necesita para trabajar y producir.
«Si: todos los hombres creen y repiten que igualdad de condiciones es identico con igualdad de derechos; que propiedad y robo son términos sinónimos; que cada ventaja social acordada, o mas bien usurpada, en el nombre de un talento o servicio superior, es inequidad y extorsión»
– Pierre-Joseph Proudhon, «The Idea of a Revolution»
A lo que se refiere Proudhon es que si alguien se ostenta «dueño» de las tierras, y que no las trabaja, sino las «renta» a otros, de forma que se queda con parte de su trabajo, es, como dice Proudhon, un parásito o un ladrón. ¿Cómo se «apropio» de esas tierras en primer lugar? Las robó, claro, o se las compró a alguien que las robó en primer lugar. Recuerdo en un episodio de «Erase una vez un hombre» donde los colonos europeos llegados a América trataban de comprar a los nativos sus tierras – por cuentas de vidrio, por supuesto – y los nativos contestaban: «¿Cómo puedo vender el agua de los ríos, o el aire del viento?». Tras ello, claro, eran despojados, sin pago, de sus tierras. Si alguien debería ser dueño de esos terrenos, son los pocos – y actualmente pobres – descendientes de esos nativos, despojados injustamente a base de la fuerza. Un robo, sin mas.
Un ejemplo. En la edad de oro de la piratería, los barcos piratas, bien indispensable para «trabajar», no pertenecía a una persona en particular. Aunque un capitán o un grupo de piratas, por su esfuerzo, hubiesen capturado un barco, el barco no les pertenecía, el barco era de «la hermandad de la costa». Cuando llegaban a la Isla de la Tortuga, el barco quedaba a disposición de cualesquiera miembros de la cofradía que quisieran «trabajar». Así sin mas. ¿Qué es lo primero que hacían? Carenarlo, por supuesto. Si no tenían el barco en condiciones óptimas las vidas que ponían en riesgo eran las suyas propias. Y eso si, nada de dejar el barco listo para los siguientes. Es de esperar que los piratas regresaban el barco en las peores condiciones posibles, sucio y necesitado de reparaciones. Era el siguiente grupo de piratas los responsables de dejarlo listo para «trabajar», ya que ellos son los que iban a utilizarlo.
Prudhon decía que la «ganancia» – el nombre elegante que se le da al robo de los «propietarios» sobre el trabajo de los «obreros» – creaba una riqueza «falsa», la cual, con el tiempo, se traducía en deuda – finalmente están inventando riqueza donde no la hay – la cual, llegado el momento en que ya no era pagable por el total del trabajo de toda la sociedad, creaba crisis tan fuertes que causaban revoluciones.
Su idea era el «mutualismo», el cambio de bien por bien, valor por valor. ¿Quiero comer? Pues necesito dar al campesino algo a cambio de la comida. ¿Quiero vestir? Hay que tener algo que dar al sastre. No es válido tomar de ellos el fruto de su trabajo sin darles nada a cambio, o robarles y darles menos de lo que deben recibir, con toda justicia. Si se dan cuenta, en este sistema, los verdaderos productores de riqueza, los verdaderos ricos, son los campesinos, obreros y artesanos. Los que trabajan para crear riqueza a través de su trabajo. Los demas debemos ofrecerles servicios que les atraigan lo suficiente como para que quieran darnos comida, ropa y bienes. Para mi, por uno, suena bien.
Respecto a la propiedad y la sociedad, Proudhon mencionaba que la sociedad no debe dedicarse a protegerla, sino que debía garantizar el acceso de todos, en partes iguales, a los medios de producción. El derecho al trabajo. Que nadie fuera mi «dueño» y pueda decidir si tengo trabajo o no. Que yo pueda ir a donde hay medios de producción, y con mi esfuerzo, sacarme de pobre.
Pero lo que tenemos ahora es muy diferente. Tenemos una desigualdad enorme, y aumentando, donde unos pocos acumulan el «capital», y los medios de producción, y ellos deciden donde y cuando van a hacer o cerrar una fabrica. Que productos alimenticios van o no a producirse, y cual será el precio que pagarán por él a los agricultores (si les pagan algo y no los ocupan solo como peones). Rapiña y robo. Eso es lo que están haciendo. Pero eso si, ahora que hay problemas en los «mercados», ahora si quieren que toda la gente entre al «rescate» de su capital. Es un sistema donde se privatiza la ganancia, y se socializa el riesgo. Un negocio donde si se gana dinero es solo para mi, pero si se pierde entonces es responsabilidad de todos el pagar la cuenta. Un fobaproa a nivel mundial. Rapiña y robo.
Como muestra, recomiendo leer la carta que acaba de publicar Michael Moore, y las películas «Zeitgeist» y «La Corporación».
¿Qué mejor forma de hacer una revolución que creando un ejército de personas sin nada que perder, y todo por ganar? ¿Qué mejor forma de darles un motivo para sublevarse, que viendo el hambre de sus hijos junto al despilfarro de los oligarcas?
La fiesta terminará algún día. Y alguien tendrá que pagar la cuenta. ¿Realmente no podemos organizarnos, por las buenas, y eliminar la desigualdad y la pobreza? Yo creo que si. No va a ser fácil, pero creo que es posible. ¿Cómo? Ya lo dijo Ericco Malatesta:
«Nosotros los anarquistas no queremos emancipar a la gente; queremos que la gente se emancipe a si misma»
Con educación. Divulgar las ideas y los conocimientos. Desnudar la avaricia de las corporaciones. Un paso a la vez, una persona a la vez. Poco a poco, hasta lograrlo. No rendirse, esa es la condición.
Y para darse una idea de como puede ser esto, de como efectivamente podemos salir adelante, de como hay esperanza, los dejo con Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz, el cual, con muy poco, a logrado hacer una gran diferencia: The New Economy: Microlending in Bangladesh. ¿Quién dice que no se puede hacer nada con 5 centavos?
Para terminar, temas varios:
– Proudhon es el autor del «nuevo» símbolo del anarquismo (yo prefiero mas la bandera negra – que va mas con el motivo de los piratas), la letra A rodeada de un circulo: Ⓐ. Proviene de su postulado «La Anarquía es Orden».
– En el proyecto Gutemberg se pueden encontrar varios de sus textos.
– Un retrato de Proudhon. Me encanta la idea de pasar a la eternidad así, viviendo modestamente, escribiendo, rodeado de tus hijas. Un excelente retrato para un excelente ser humano.
Proudhon y sus Hijas