Se non e vero, e bene trovato.
Federico Arana
Seguimos con el Top 20. Hoy son cuentos. Siento como que tengo una gran biblioteca de películas en la mente, pero solo un puñado de cuentos, sin embargo haré lo mejor posible.
Confieso que mi genero es la ciencia ficción, y se notará una predominancia por el género. Sin un orden específico, comenzamos.
El Sueño de Akinosuke
De pronto, Miyata se sintió muy amodorrado, tan amodorrado que tuvo que rogar a sus amigos que le dispensaran que durmiera una pequeña siesta delante de ellos. Se colocó en posición cómoda, junto al tronco del árbol, y soño lo siguiente.
¿Es la vida un sueño? ¿Importaría eso? Le gana por una nariz (¿una oreja?) a «Hoichi el Desorejado». Leído en mi tierna infancia de un libro de lecturas viejo de la SEP, mi primer contacto con la cultura oriental. Muy importante después en mi vida, un pilar de mi psique, junto con los otros cuentos chinos e hindúes.
Un señor muy viejo con unas alas enormes
La luz era tan mansa al mediodía, que cuando Pelayo regresaba a la casa después de haber tirado los cangrejos, le costó trabajo ver qué era lo que se movía y se quejaba en el fondo del patio. Tuvo que acercarse mucho para descubrir que era un hombre viejo, que estaba tumbado boca abajo en el lodazal, y a pesar de sus grandes esfuerzos no podía levantarse, porque se lo impedían sus enormes alas.
No podía faltar Gabriel García Márquez. Mi llegada a este cuento fue a través del video de REM «Losing my Religion». Realismo mágico en toda su extensión y belleza (¿o es fealdad? Cómo decía el autor, sus historias reflejan el mundo de su infancia, las hermosas mentiras que le contaba su abuela. Ese es mi caso, las hermosas mentiras que me platicaron de niño.
Enemigo mío
Las manos de tres dedos del Dracón se crisparon; en los ojos amarillos de la criatura leí el deseo de tener esos dedos en torno a un arma, o a mi cuello. Al contraer mis dedos, supe que el Dracón leía lo miso en mis ojos.
Autor Barry B. Longyear. En algún momento del futuro un descendiente mío estará frente a miembros de una raza alienígena, como embajador de la especie humana. Espero que ese día, en un bolsillo de su saco (o lo que sea que lleve puesto) lleve una copia de este cuento. La película, con Dennis Quaid y Louis Gossett Jr. no desmerece en absoluto.
Marque and Reprisal (Patente de Corso)
Gunnar Heim enderezó su cuerpo, relajando sus músculos.
– Bien – dijo -, de esta hemos escapado.
Pero sus palabras no dejaban de ser débiles para celebrar su triunfo.
Endré Vadasz lo expresaba mucho mejor:
– ¡Gloria, gloria, aleluya! ¡Gloria, gloria, aleluya! ¡Gloria, gloria, aleluya! Nuestra nave sigue su camino.
Autor Santo Poul Anderson. Por si no lo saben, mi alias en la red es «El Corsario Negro». Denme una historia sobre las bases legales de la piratería espacial en el futuro, y tendrán mi mente a sus ordenes. Si tuviera que hacer una película, y no me pusieran límites o restricciones, muy posiblemente estuviera basada en este cuento. Y la serie de televisión sería algo épico.
Solución insatisfactoria
En 1903 los hermanos Wright volaron el KittyHawk.
En diciembre de 1938, en Berlín, el doctor Hahn fisionó el átomo de uranio.
En abril de 1943 la doctora Estelle Karst, trabajando para la Autoridad Federal de Emergencia para la Defensa, perfeccionó la técnica Karst-Obre para producir artificialmente sustancia radiactivas.
Por lo tanto, la política exterior estadounidense debía de cambiar.
Otro gran santo de la ciencia ficción, Robert A. Heinlein. ¿La ciencia ficción es solo fantasía, no? En 1941 este cuento predice, con claridad, el proyecto Manhattan, el efecto de la bomba atómica en la segunda guerra mundial y la guerra fría, ya bajo del terror nuclear. Impresionante. Olviden a Nostradamus y San Juan. Son novatos sin talento.
La autopista del sur
Al principio la muchacha del Dauphine había insistido en llevar la cuenta del tiempo, aunque al ingeniero del Peugeot 404 le daba ya lo mismo. Cualquiera podía mirar su reloj pero era como si ese tiempo atado a la muñeca derecha o el bip bip de la radio midieran otra cosa, fuera el tiempo de los que no han hecho la estupidez de querer regresar a París por la autopista del sur un domingo de tarde.
Julio Cortazar. ¿Hay que decir algo más? Cuando era niño, siempre que quedábamos atorados en un amontonamiento mi padre empezaba a platicarnos a mi y a mi hermano esta historia (el es seguidor fiel de Cortazar), mientras yo veía por la ventanilla e imaginaba como empezar una nueva vida ahí, a la orilla de la carretera. Y durante algunos momentos sonaba como algo que podría ser divertido.
La llamada de Cthulhu
No hay en el mundo fortuna mayor, creo, que la incapacidad de la mente humana para relacionar entre sí todo lo que hay en ella. Vivimos en una isla de plácida ignorancia, rodeados por los negros mares de lo infinito, y no es nuestro destino emprender largos viajes. Las ciencias, que siguen sus caminos propios, no han causado mucho daño hasta ahora; pero algún día la unión de esos disociados conocimientos nos abrirá a la realidad, y a la endeble posición que en ella ocupamos, perspectivas tan terribles que enloqueceremos ante la revelación, o huiremos de esa funesta luz, refugiándonos en la seguridad y la paz de una nueva edad de las tinieblas.
Uno de los mejores inicios para un cuento, cortesía de H.P. Lovecraft. La piedra de toque contra la cual se mide toda la literatura de terror cósmico. Ciclos inhumanos de un universo no solo indiferente, sino hostil a la presencia de esos microbios parásitos que se hacen llamar raza humana. Iä! Iä! Cthulhu Ftang!
Tláloc
Al final de la reunión Santiago se dirigió directamente hacia el gigante, que estaba guardando los papeles en un portafolios negro lustroso.
Santiago le soltó de sopetón:
– Creo que usted y yo tenemos un interés en común, compañero Jiménez; usted y yo tenemos un sueño.
El gigante sacó un camel sin filtro todo arrugado del bolsillo superior de la chamarra y le dirigió una mirada torcida a Santiago.
– Usted y yo siempre hemos querido robarnos al Tláloc.
Paco Ignacio Taibo II. Soy gran admirador, y alguna vez incluso fui su chofer (muy malo, por cierto). «Héroes Convocados» fue el primer libro «sin dibujitos» que leí y marcó grandemente mi preferencia por la literatura fantástica. Gran narrador de la vida de los rojos en Mexico, nuestro país. Si fuera presidente de México definitivamente regresaría el Tlaloc a Los Tecomates. Siempre que voy al Museo de Antropología o paso por Reforma lo veo y sonrío. Esa estatua y yo tenemos una cita.
El Eclipse
Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.
-Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.
Aunque más famoso por «El dinosaurio», este es mi cuento favorito de Augusto Monterroso. Hace que uno se sienta orgulloso de sus raíces indígenas, a la vez que percibe la malinchismo y tontería de los prejuicios que seguimos cargando contra de las civilizaciones anteriores a la llegada de los españoles. El final es una joya de arte. Uno de los mejores cuentos por letra utilizada.
Citlalli en las Estrellas
Desconsolada, Citlalli se queda mirando fijamente en la dirección en la que desapareció la abuela. De pronto ve un resplandor allá lejos y una faja de estrellas, ancha y como una nube,se desprende del resplandor para cruzar el cielo. Citlalli se queda unos instantes contemplando la cinta de nube, pero enseguida, aprovechando su luz que parece señalarle el camino, vuelve a casa y cae rendida de fatiga y sin haber descifrado el misterio: ¿adónde va la abuela cada noche?
Cuento para niños de Carmen Aguilera y Jeanne Robledo. Una hermosa historia que además de hablar de perdida y madurez, presenta a los niños un vistazo a la cultura, la religión y la cosmogonía de los aztecas. Hace poco pasé un excelente «tiempo de calidad» leyéndole a mi hija este cuento. Le gustó mucho.
El Cuervo
Nevermore.El trabajo más conocido de Edgar Alan Poe (en parte gracias a los Simpsons). El único de los cuentos que incluyo el cual está en verso. Un himno a la soledad, a la perdida, a la ausencia de redención. ¿Después de leerlo alguien ha podido sacar su alma de debajo de la sombra del cuervo?
Estudio en Escarlata
Young Stamford looked rather strangely at me over his wine-glass. «You don’t know Sherlock Holmes yet,» he said; «perhaps you would not care for him as a constant companion.»
Como dijo George Lucas, toda saga tiene un inicio. En este cuento, de Arthur Conan Doyle, empieza la saga de Sherlock Holmes. De aqui surgen novelas, cuentos, películas, comics y cuanta más cosa. Este es el inicio, el prototipo, de donde surge todo lo demás. Lectura más que obligada.
Matías y el pastel de fresas
…
Llevo alrededor de 25 años preguntando, sin falta, en todas las librerías por donde paso, y en todas las ferias del libro a donde voy, por un libro, dibujado por Palomo, llamado «Matías y el Pastel de Fresas». Cuando era pequeño la narrativa de los dibujos me maravilló y me hizo lo que soy hoy, un ávido lector de comics (eso si, buenos comics). Durante esos 25 años he recibido miles de miradas de ignorancia y respuestas negativas. Tarde o temprano, ese cuento, sin una sola palabra entre sus hojas, será mío. Y si, si lo tienen y lo quieren vender, soy todo oídos.
El alacrán de fray Gómez
Y paseando los ojos por las desnudas y blanqueadas paredes de la celda, vio un alacrán que caminaba tranquilamente sobre el marco de la ventana. Fray Gómez arrancó una página de un libro viejo, dirigióse a la ventana, cogió con delicadeza a la sabandija, la envolvió en el papel, y tornándose hacia el castellano viejo le dijo:
-Tome, buen hombre, y empeñe esta alhajita; no olvide, sí devolvérmela dentro de seis meses.
Leyenda de la colonia, refleja lo que, a mi entender, debería ser un milagro. La magia blanca es una magia defensiva, de apoyo, pasiva. No afecta, no destruye, no transforma. Se apoya en la protección, el equilibrio, la paz. El milagro del alacrán me parece un excelente ejemplo de como funciona todo ello. Lástima que dios no existe.
La reina de la costa negra
«Look at me, Conan!» She threw wide her arms. «I am Belit, queen of the black coast. Oh, tiger of the North, you are cold as the snowy mountains which bred you. Take me and crush me with your fierce love! Go with me to the ends of the earth and the ends of the sea! I am a queen by fire and steel and slaughter–be thou my king!»
¡Si tan solo únicamente Robert E. Howard se hubiese limitado a la literatura! Como dice la guía, un cuento donde los hombres son hombre (al estilo de la pelicula 300), las mujeres son mujeres (al estilo las películas de Conan) y las pequeñas criaturas de Alfa Centaura son pequeñas criaturas de Alfa Centauro. Refrescante en su estilo de aventura simple y pura, te permite adentrarte en un mundo donde un hombre, con una buena espada, es un reto para cualquier dios.
El picnic de un millón de años
They reached the canal. It was long and straight and cool
and wet and reflective in the night.
«I’ve always wanted to see a Martian,» said Michael.
«Where are they, Dad? You promised.»
«There they are,» said Dad, and he shifted Michael on
his shoulder and pointed straight down.
The Martians were there. Timothy began to shiver.
The Martians were there–in the canal–reflected in the
water. Timothy and Michael and Robert and Mom and Dad.
The Martians stared back up at them for a long, long
silent time from the rippling water. . . .
Ray Bradbury es dios. Bueno, lo sería si dios existiese. ¿Cómo puede hacer cuentos de ciencia ficción y que lo que menos importe sea la ciencia? ¿Cómo puede hacer historias tan humanas, y tan inhumanas, en ambientes tan ajenos? Si tuviese que actuar un cuento con mi vida, y morir en un cuento, definitivamente sería este, el último y cierre con broche de oro de «Crónicas Marcianas». Cuando estoy ilusionado, y platico con mis hijos, les digo que nuestras próximas vacaciones serán largas, muy largas, y serán en Marte.
Head Games
Run!
De un juego de rol viene esta historia corta sobre cuatro agentes de la DEA que se ven envueltos en un juego macabro que va más allá de lo que esperaban. Una excelente forma de empezar un juego de rol. Busquenla en el libro «The Horror Within,When Darkness Comes».
DeadWing
Cloud Runner shook his head in disbelief. For two hundred years he had held the memory of this place in his mind. Although the Chapter was his home and the Battle Brothers were his family, he had always felt his spirit would retum here when the Emperor granted him rest.
He glanced in the direction of the burial mounds. They had been broken open. He made his way to the entrance. He could see that the bones had been broken and mingled. It was a blasphemy that only the bitterest of foes would perform. It marked the ending of his clan.
Otra de un juego, pero en este caso de un juego de mesa. Extraño donde puede uno encontrar cuentos que resuenen, y que marquen tu vida. Apaches en el siglo 40 deben vengar la invasión de su planeta natal por parte de los aliens (Genestealers en términos de Warhammer 40k). La mezcla de la visión romántica de la cultura apache junto con el futuro sombrío y guerrero de Warhammer 40k resultó en uno de mis cuentos favoritos.
El ruiseñor y la rosa
«She said that she would dance with me if I brought her red roses,» cried the young Student; «but in all my garden there is no red rose.»
La vida no es justa, la verdad no es la belleza y viseversa. Oscar Wilde hace un cuento tuerce-tripas que nos recuerda que el mundo es un lugar cruel y hostil, pero que aún así, si estamos dispuestos, como él, a sacrificar todo, se puede crear belleza. Y como dijo Nezahualcoyotl, de nosotros quedarán «tan solo cantos, tan solo flores». Nada mas cierto para esta historia.
Los nueve mil millones de nombres de dios
«Should be there in an hour,» he called back over his shoulder to Chuck. Then he added, in an afterthought, «Wonder if the computer’s finished its run? It was due about now.»
Chuck didn’t reply, so George swung round in his saddle. He could just see Chuck’s face, a white oval turned toward the sky.
«Look,» whispered Chuck, and George lifted his eyes to heaven. (There is always a last time for everything.)
Overhead, without any fuss, the stars were going out.
¡Casi dejo fuera a Arthur C. Clark! ¡Casi dejo fuera los nueve mil millones de nombres de dios! Por suerte no me olvidé. De hecho, mi computadora debe de terminar las permutaciones en unos 1×10+34 años. O sea, no se apuren, todavía tienen tiempo para hacer «esa última vez para todo».
Los cuentos nos dejan soñar. Los cuentos nos llevan en unos cuantos minutos a otros mundos y a otras vidas. ¿Quién quiere viajar?